Descubre qué materiales son los más comunes a la hora de elegir lavabos. Aprende a combinarlos a la perfección.
¡Lo prometido es deuda! Si en el post anterior os hablamos de los distintos materiales utilizados en los muebles de baño, hoy toca darle todo el protagonismo a los lavabos:
Podemos considerar que la decoración del lavabo es una de las cosas más importantes del baño, ya que suele ser lo que más se ve y aquello con lo que le damos nuestro toque de personalidad al baño.
Dependiendo del estilo que quieras que tenga tu baño, se suelen utilizar unos u otros materiales de los que te hablamos a continuación:
Cerámica y porcelana:
Tradicionalmente son los más utilizados. Debido a la evolución que han experimentado, actualmente siguen estando presente en la mayor parte de los cuartos de baño. Se caracteriza por ser un material resistente al rayado y a los productos de limpieza. Podemos considerar como sus principales ventajas, su durabilidad y la facilidad para limpiarlos. Podemos encontrarlos de formas muy diversas; esto y la forma del grifo, le dará un toque antiguo o más actual.
Cristal templado:
Es la tendencia en los lavabos actuales, esto se debe a la gran estética y elegancia que ofrecen. Se caracteriza por la profundidad y luminosidad que proporcionan. Son muy resistentes a la humedad y a los cambios de temperatura. Además, gracias a este material, puedes jugar con una amplia gama de colores, acabados y formas. Suelen ser característicos de baños de estética moderna.
Cristal:
Aunque se suele pensar que son los más frágiles, la realidad es todo lo contrario, ya que están hechos a partir de materiales muy resistentes. Al ser transparentes, hay que tener cuidado con el resto de los muebles y decoración del baño, ya que si no se combinan bien pueden restarle la belleza que otorgan. Se debe prestar bastante atención a la hora de su limpieza, ya que es probable que queden restos de agua. Además, se desaconsejan sobre todo en aquellas regiones donde el agua lleva mucha cal, ya que si se acumula puede resultar difícil deshacerse de sus marcas. Si hablamos del nivel de precios, suele ser superior a otros materiales más comunes. Al igual que el cristal templado, se utiliza sobre todo en los baños más modernos.
Mármol:
Se caracteriza por ser un material muy resistente y poco poroso, por lo que soporta bien la humedad. Ofrece muchas posibilidades en cuanto a colores, acabados y texturas se refiere. Al igual que los de cerámica, su limpieza resulta bastante sencilla. Podemos considerar que sirven tanto para hogares con diseño rústico como para los más modernos.
Acero inoxidable:
Es el menos utilizado en los hogares. Se emplea sobre todo en los fregaderos de las cocinas y en los baños de hospitales, bares y sobre todo en empresas industriales. Se caracteriza por su gran durabilidad y bajo precio. Poseen innumerables ventajas, ya que no se oxida, no se mancha, aguanta cambios bruscos de temperaturas, así como temperaturas extremas, etc. Aunque son los que menos belleza aportan, son los más resistentes ya que resulta prácticamente imposible que se rompan.
En cuanto a la forma de colocar el lavabo, podemos hablar de lavados empotrados en la encimera, lavabos sobre encimera, sobre mueble, de pie y murales o suspendidos total o parcialmente. Para saber más de esto, recuerda nuestro post “5 tipos de lavabos para un baño con estilo”
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